La gran pregunta que se hacen todas las empresas cuando llegan al mundo online es la misma: “¿En qué invierto para que esto me dé resultados de verdad?”. Y ojo, porque la respuesta no es igual para todos. No es lo mismo un eCommerce que vende a nivel nacional que una empresa de servicios que trabaja en su ciudad.
Cada modelo tiene sus canales más rentables, sus tiempos y su forma de crecer. Y si no lo analizas antes de mover ficha, lo normal es que acabes tirando el dinero. Vamos a ver los dos casos más comunes: ecommerces y webs de servicios locales.
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Índice
Estrategia digital para un ecommerce
Montar un eCommerce es fácil… hasta que quieres vender.
En cuanto publicas tu tienda online entras en una liga donde no compites con tu vecino, sino con empresas de toda España (y algunas de fuera). Y la verdad: si no tienes una estrategia sólida, tu inversión se va a esfumar antes de que te des cuenta.
Aquí no se trata de “hacer cosas en internet” a ver si suena la flauta, sino de poner cada euro donde de verdad va a generar resultados porque necesita una gran inversión y hay que rentabilizarla cuanto antes. Y para eso necesitas un plan con fases claras adaptado a cada sector, empezando por lo más básico y escalando cuando toque.
Antes de nada: tu tienda online tiene que estar perfecta
No me malinterpretes: no hace falta que la página sea la octava maravilla del diseño web, pero sí debe cumplir tres requisitos básicos para que cada euro que inviertas en atraer tráfico tenga sentido:
- Diseño responsive: más del 70% de las compras online se hacen desde el móvil. Si tu tienda se ve mal o va lenta en pantalla pequeña, estás completamente fuera de juego.
- Proceso de compra ágil y claro: cuantos más pasos, campos y fricciones pongas, más abandonos tendrás. Compra en un clic, que sea intuitivo, métodos de pago seguros y envío claro desde el principio. Y que funcionen, que no es la primera vez que nos llegan webs en los que es más difícil realizar una compra que un trabalenguas alemán.
- Fichas de producto que venden solas: buenas fotos (varias y en alta calidad), descripciones que no sean un copia/pega del proveedor y detalles que generen confianza (opiniones, garantías, política de devoluciones clara…). Si no tenemos productos o los que tenemos carecen de información, ¿cómo vamos a venderlos?
Si esto no está controlado, invertir en publicidad es como abrir un grifo con un cubo roto: entra agua, pero nunca se va a llenar.
Primera fase: atraer tráfico (y empezar a vender)
Con la web lista, toca que te vean, si no… ¿de qué vale?
Pero tampoco nos valen cualquier tipo de visita, sino aquellas de personas que realmente puedan comprar o que, por lo menos, estén intentando hacer eso. Eso es lo que en cualquier agencia de marketing digital llamamos el público potencial. Aquí el movimiento inteligente es combinar SEO y SEM, cada uno con un papel claro en la estrategia.
SEO: sembrar para recoger a medio-largo plazo
El SEO es la inversión más inteligente para un eCommerce que quiera durar en el tiempo y ganar cuota de mercado. Posicionarte de manera orgánica en Google para búsquedas relacionadas con tus productos significa tráfico constante sin pagar por clic. Pero ojo:
- No es inmediato: el trabajo de un buen experto SEO empieza a dar frutos a partir de los 4-6 meses (incluso más si es un sector muy competido), pero el crecimiento es constante. Con el paso de los meses y salvando las fluctuaciones propias de la estacionalidad, el tráfico orgánico debería ser cada vez mayor.
- Requiere mucha estrategia y posiblemente cambios a nivel interno y técnico de manera recurrente: arquitectura web optimizada, fichas de producto con contenido único, categorías trabajadas y un blog o sección de contenidos que ataque búsquedas informativas. Aunque se realice una auditoría inicial, la revisión y optimización de la web a nivel interno es algo fundamental para corregir posibles fallos o mejorar ciertas partes. Por esto, también es fundamental tener a mano un equipo de mantenimiento web que pueda llevar a cabo ciertas peticiones y cambios.
- Te da autoridad a ojos de Google y de los usuarios: estar arriba en Google transmite confianza al usuario y, poco a poco, irás ganándote un hueco en el sector a nivel reputación. Es un brazo más de la reputación online de cualquier marca.
SEM: vender desde el minuto uno
Mientras el SEO va calentando motores, el SEM (Google Ads, Shopping, Display…) es tu forma de poner los productos delante de los ojos del comprador de manera inmediata.
La clave aquí es medir bien el coste por conversión: hay sectores donde es rentable mantener siempre el trabajo de una agencia de Google Ads y otros en los que conviene bajar el presupuesto en cuanto el SEO empieza a generar ventas orgánicas, o solo activarlo en ciertas campañas puntuales.
Mockup de Envato
Segunda fase, Mailmarketing: fidelizar a los que ya te conocen
Cuando ya tienes una base de clientes y visitas recurrentes, empieza el juego de la fidelización. Es decir, de exprimir al máximo a los que ya te han comprado (o que han estado a punto de hacerlo) y saben que pueden confiar en ti.
El Email Marketing no solo es barato, sino que es uno de los canales con mejor retorno de inversión. Pero siempre que se haga bien y con un propósito con sentido, claro. Con una estrategia bien montada puedes:
- Lanzar campañas de descuentos y promociones en momentos clave y en sinergia con otras campañas.
- Aprovechar temporalidades (rebajas, Black Friday, navidades, cambios de temporada…).
- Recuperar carritos abandonados con automatizaciones.
- Mantener el contacto y que tu marca esté presente en la mente del cliente.
Debes tener en cuenta que un cliente que ya te ha comprado es mucho más fácil de convencer para una segunda compra que un usuario frío que no te conoce de nada. Además, aquí entra en juego el refuerzo de la reputación online: si están contentos y hablan bien de ti (reseñas, recomendaciones…) atraeremos y convenceremos a los usuarios más exigentes y escépticos.
Tercera fase, CRO: optimizar para vender más con el mismo tráfico
Aquí es donde muchos eCommerce fallan: invierten cada vez más en traer visitas, pero no revisan si esas visitas están comprando al ritmo que deberían. Esto puede ser porque algo falla, porque encuentran algo que les impide seguir o que
El CRO (optimización de la tasa de conversión) es el arte de aumentar el porcentaje de visitantes que pasan por caja. Vamos, que haya más ventas sin tener más tráfico. Algunas mejoras habituales:
- Test A/B en botones de compra, imágenes o titulares para ver qué elementos incitan más a comprar.
- Simplificar el checkout y añadir varias opciones de pago.
- Potenciar la venta cruzada y los productos relacionados (packs de productos, «los usuarios que compraron esto también compraron tal cosa»…).
- Incorporar elementos de confianza: opiniones verificadas, sellos de seguridad, envíos gratis a partir de cierto importe… Todas esas razones por las que comprarnos a nosotros y no a otros.
- Mejorar la velocidad de carga (sí, cada segundo cuenta) y aportar todas las funcionalidades que sean necesario para que al usuario le sea más fácil completar el proceso de compra.
Si consigues que tu ratio de conversión suba del 1% al 2%, aunque parezca poco, en realidad has duplicado las ventas sin gastar un euro más en publicidad.
Redes sociales: confianza, visibilidad y ventas
En un eCommerce, las redes sociales no son solo para “estar”, sino para vender, reforzar tu marca y generar confianza para el usuario. Son el escaparate donde muchos usuarios te van a buscar antes de decidirse a comprar. Un perfil activo, cuidado y con respuestas rápidas transmite seriedad y genera confianza, que eres una empresa de verdad y que existe. Es algo que parece básico, pero que para el usuario siempre es un plus poder comprobar de manera fácil.
Además, son clave para mantener tu marca presente en la mente del cliente: mostrando productos, resolviendo dudas, enseñando cómo se usan, compartiendo valor y humanizando tu negocio.
Entre las generaciones más jóvenes, que son las que más compran de manera online, es habitual que, después de descubrir una tienda nueva, vayan a echarle un vistazo a su Instagram, por lo que debe estar bien trabajado y cuidado.
Y, por supuesto, la publicidad en redes permite llegar a públicos muy segmentados o recuperar a quienes ya visitaron tu web, multiplicando las posibilidades de cerrar la venta. Una buena agencia de redes sociales hará una estrategia unificada de todos estos canales.
No necesitas estar en todo, necesitas estar en lo que funciona
Tu competencia ya está invirtiendo en marketing, ¿quieres seguir mirando o empezamos?
Estrategia digital para una web de servicios
La mayoría (que no todas) de las empresas de servicios juegan en terreno local. No hablamos de vender zapatillas a toda España, sino de captar clientes en una ciudad o región: abogados en A Coruña, dentistas en Vigo, fontaneros en Madrid, depilación láser en Valencia…
También hay casos de tiendas de carácter local, como una tienda de pinturas o de productos gourmet con una tienda física. En estos casos, lo más habitual es categorizarlas dentro de este apartado y no como un ecommerce típico, ya que no tienen el capital para invertir y poder competir a nivel nacionl, si no que buscan relevancia en su localidad.
Y ojo, que una empresa sea local no significa que el marketing sea más fácil. Al contrario: hay mucha competencia y el cliente local es muy exigente.
Por eso no vale con tener “una web porque hay que tenerla” y esperar llamadas. Necesitas una estrategia digital clara, donde cada paso esté pensado para que el usuario que te encuentra acabe contactando contigo. El camino empieza siempre igual: una web bien hecha pensada para convertir, SEO local, SEM para acelerar resultados y redes sociales para generar confianza.
Una web pensada para conseguir contactos
Tu web no es un folleto online, es tu mejor comercial. Y si ese comercial no transmite confianza, explica mal lo que haces o complica el contacto, estás perdiendo clientes cada día. Para que funcione de verdad, la web tiene que tener:
- Diseño profesional y claro: transmitir confianza es vital. No olvidemos que hablamos de sectores donde la seriedad y la imagen cuentan.
- Estructura pensada para la conversión: no hace falta marear al usuario con veinte páginas. Lo importante es que cada servicio esté bien explicado, que haya llamadas a la acción visibles y que pedir un presupuesto o información sea tan fácil como hacer un clic. Tener en cuenta los principios de usabilidad web es algo fundamental para una buena experiencia de usuario.
- Carga rápida y responsive: la mayoría de búsquedas locales se hacen desde el móvil, así que la web tiene que funcionar perfecta en cualquier dispositivo.
Si tu web no cumple con esto, todo lo que venga después pierde toda la fuerza.
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SEO local: que te encuentren donde te buscan
Una vez tienes una web lista, toca asegurarse de que apareces cuando alguien busca tu servicio en tu ciudad o región. Aquí entra en juego el SEO local. Este trabajo tiene dos grandes frentes:
- Optimización de la web: páginas de servicio bien trabajadas con palabras clave locales (“abogado laboralista en A Coruña”, “clínica estética en Vigo”…), contenido que resuelva dudas y datos de contacto siempre visibles.
- Perfil de Google My Business: aquí no vale con rellenar lo básico. Hay que optimizar la ficha con fotos profesionales, descripciones completas, horarios actualizados y, muy importante, fomentar las reseñas de clientes. Esas estrellitas son muchas veces el factor decisivo para conseguir clientes o no (tanto a nivel visibilidad como reputación).
El trabajo de una agencia de SEO local es lo que te va a dar visibilidad orgánica a medio plazo, y en sectores locales es una de las inversiones más rentables que puedes hacer.
SEM: captar clientes desde el primer día
Mientras el SEO va cogiendo forma, necesitas clientes ya. Y para eso, el SEM es tu mejor aliado.
Con campañas en Google Ads puedes aparecer justo en el momento en el que un cliente potencial está buscando tu servicio. La clave aquí no es gastar más, sino gastar mejor: segmentar bien las campañas, trabajar los anuncios para que transmitan confianza y llevar al usuario a una landing clara y enfocada a la conversión.
El SEM en negocios locales es especialmente útil para validar rápidamente qué servicios son los más demandados y ajustar la estrategia sobre la marcha.
Redes sociales: visibilidad y confianza
Quizá no te traigan clientes directos todos los días, pero unas redes sociales activas y bien llevadas son decisivas para generar confianza. Antes de llamarte, muchos van a revisar tu perfil. Y si lo que encuentran es un muro vacío o con publicaciones de hace tres años… mal asunto.
Las redes, bien trabajadas, te ayudan a:
- Mostrar que eres cercano y accesible, generando confianza.
- Compartir casos de éxito y contenido útil que refuerce tu autoridad.
- Humanizar tu negocio y diferenciarte de esa competencia que parece un fantasma digital.
Además, con la publicidad segmentada por ubicación puedes ganar visibilidad justo en la zona que te interesa, con un coste mucho más bajo que otros canales.
DESARROLLO Y DISEÑO WEB